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Imágenes de dibujos a lápiz de amor, corazones, rosas y animales

¡Buenos días! Como siempre te traemos el mejor material para compartir, dedicar o solazarte tranquilamente. Siempre se tienen unos minutos para sumirse en la parsimonia. En este caso, te presentamos imágenes de dibujos a lápiz de amor, corazones, rosas y animales. Ideal para los niños chicos, para que se diviertan por fuera de sus responsabilidades del colegio o jardín.

 

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Imágenes de dibujos espectaculares para compartir

El ser humano es voluble, volátil, efímero y todo lo que se parezca. Sentimos que todo lo que hacemos no dura mucho ni tampoco las actitudes (hoy pensamos algo, mañana distinto) y mucho menos nuestra vida. Tal vez haya una secreta envidia al ver los astros de la bóveda celeste; somo tan pequeños ante ellos.

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Pero el dibujo, aunque parezca increíble, queda. Da posteridad, pero no en el sentido grandilocuente, sino en el simple que nos sobrepasa. Tal vez en la vida tengamos acceso a pocos objetos que tengan esos rasgos.

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Esa imagen, ese gráfico, esos trazos perfectos y complejos, salieron de nuestra mente. Una exteriorización alucinante.

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No se necesita ser abstracto para que un diseño sea profundo. Existen realismos que transmiten sentimientos, estados anímicos y no dejan de lado la belleza.

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Lo bello en sí no existe ni está presente en una suerte de cielo platónico. Lo bello en todo caso es una construcción humana. Es tan real como la persona que lo percibe de modo cultural.

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Las siguientes imágenes, en su mayoría, tienen un naturalismo puro, una semejanza enorme con la realidad.

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El dibujo tranquiliza a las fieras, se puede decir. Si tenemos problemas, si las cosas no salen bien, es hermoso poder sentarse y simplemente efectuar trazos. En la vida hay muchos sucedáneos de la felicidad; sin lugar a dudas éste es uno.

Dicen que los ojos son las puertas del alma, que observarlos en el interlocutor nos puede decir más que las anodinas palabras.

La majestuosidad del animal en una situación cualquiera; la magnanimidad del humano, otro ser vivo, en una situación cualquiera también.

Lo bello nos embelesa. Ante lo bello no podemos realizar la mirada del que ve sin ve, del indiferente, del que ojea con celeridad y se pierde en el todo. No, la mirada en este caso es puntillosa, hay un objeto que enceguece atrayendo, que mantiene gustado y que nos suelta mucho después.

Lo maravilloso del mundo es saber que hay tanto talento allí afuera, esperando, aguardando a ser descubierto. Nuestro mundo tiene que estar deseoso de ello.

Petrificar un estado de ánimo, un gesto, una situación o coyuntura al papel. No es obra de cualquiera.

 

Lo bueno del realismo exagerado: quizás su terrible semejanza con lo que rodea nos impida realizar una interpretación libre sin fin o vernos excluidos porque no contamos con la sapiencia de los avezados. Todo lo descrito como positivo puede ser usado en nuestra contra.

Está comprobado que el dibujo relaja, que incluso hacer simples trazos y garabatos sirve. Imagínese ser dueño de semejantes obras; el placer tiene que ser incalculable. Bienvenidos sean las personas que puede producir estas auténticas obras de arte.

Y el amor también puede ser expresado, esbozado. En su simpleza y en su complejidad; amor en el acto. Algo tan abstruso, pero que de todas maneras nos rompe la crisma ¿Por qué razón? Porque no paramos de toparnos con él.

El emisor se siente regocijado con su obra, que en muchos casos es producto de su amor. El receptor, luego, puede hacer con ella lo que quiera. Desde el momento que el creador termina su fabricación, los corolarios pueden ser múltiples.