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Imágenes de San Valentín

El amor está en el aire, podemos decir. Es que se acerca una fecha cara para los enamorados y aquellos que tímidamente empiezan apostar a una empresa tan bella. Suele decirse que el 14 de febrero es solo un punto en el calendario comercial, pero en rigor de verdad no es así (o no solamente eso): hay que tomárselo o comprenderlo como una jornada para demostrar al otro lo muy especial que es, el salto cualitativo que otorga a nuestro existir. A continuación, imágenes de San Valentín con frases, mensajes y regalos para el y ella.

Imágenes de San Valentín con frases de Amor

El amor es posiblemente el sentimiento más extendido del mundo ¿Amarguras? Sí, existen en todas partes, pero tal vez tengan una singularidad en cada ser y lo mismo podemos anunciar con otros estados. Sin embargo, en el amor, más allá de sus infinitas particularidades, todos hablan, todos comunican, aconsejan, ya que en el fondo se entiende solapadamente que es para todos iguales.

Mensajes románticos para San Valentín

El amor nos vuelve más locuaces por lo general; es que sentimos un mundo, un torbellino, un alud a punto de salir de nuestro interior y hay que expresarlo. Se puede vislumbrar en todo esto una extraña dialéctica: el exterior nos da el material, el interior lo procesa y enriquece para volver a salir. Una definición, entre tantas, del amor y lo que nos pasa con este.

Imágenes con movimiento para San Valentín

A continuación también te dejamos imágenes en movimiento para que aproveches y disfrutes. Siempre el tópico será el amor y San Valentín. Aún faltan algunos días, pero es mejor estar preparado para cuando llegue la ocasión. El material te encantará.

Regalos ideales para San Valentín

Regalos para una novia

Si decimos que el amor es demostración está bueno tener en cuenta las apetencias de tu pareja para realizar algún regalo lindo. Aquí no se necesita tener bolsillos profusos, ya que muchas veces la realidad se resuelve con imaginación y un poco de ductilidad si te atreves a confeccionar alguna manualidad. A continuación te dejamos algunos ejemplos para ellas.

Regalos para un novio

Los hombres pueden tener sus propios gustos y deseos, por lo tanto es bueno diferenciar a veces con las mujeres a la hora de pensar en un regalo para San Valentín. De todos modos, no escapan a la misma lógica: se aceptan comidas, manualidades, ropa, simples mensajes que tengan cierto ingenio a la hora de ser usados o vistos, etc. En estas cuestiones es igualmente importante o más la manera en la presentación, antes que el presente mismo.

Algo tan abarcativo, naturalmente, tiene que tener su idea especial, que es el 14 de febrero. Es importante recordar que Valentín no es una suerte de querubín u otro ser imaginario, sino un prelado de alta jerarquía que arriesgó su vida y la entregó por amor. Suena tal vez muy cursi, pero en rigor de verdad Valentín se opuso al emperador romano del momento ( un tal Claudio II), quien quería que cualquier joven militar nunca se casara, ya que familias e hijos serían ataduras. Nuestro sacerdote se negó sistemáticamente a un decreto que había considerado injusto ¿El final de la historia? Las andanzas y rebeldías llegaron al emperador, quien citó a Valentín a su palacio. Pese a un principio de disuación (Valentín era converso al cristianismo), el querido Claudio, por consejos de cercanos y acólitos, decidió decapitarlo. En resumidas cuentas, se puede entender porque se santificó a este individuo y el papel que cumplió en relación al amor.

No tenemos que ser valentines para triunfar en el amor, aunque es cierto que siempre existirá en estos albures cierto componente de incerteza, intriga, miedos, temor, etc. Si la persona en rigor sabe que vale la pena la otredad amorosa, hará el esfuerzo, se sobrepondrá a las dudas y luchará por algo que, sin embargo, debe construirse a cada instante ¿O pensamos que el amor es simplemente una conquista y un final feliz? No, en rigor de verdad no existe en la vida final, debido a que todo es proceso, incluso el amor.

El amor se vive siempre como un absoluto; posiblemente sea la única relación guardada con aquel ¿Es que podemos poner tasa o medida a lo que sentimos cuando estamos verdaderamente enamorados? ¿No sentimos que haríamos cualquier cosa por ese ser que tan bien nos hace? ¿No comprendemos el pasado, sin ese ser querido, como carencia sino miseria?

El amor, para los griegos, siempre fue un Dios primordial. No se debe confundir con Afrodita ni con el cupido romano, en verdad. No, hablamos de una fuerza primigenia, poderosa, cósmica, que compele a la unión, a la agregación de unidades cada vez mayores. Por lo tanto, el amor siempre ha sido entendido como una energía portentosa.

Intensificación. Esa palabra resume tantas cosas. Es que salir a caminar en soledad puede ser soporífero o, por lo menos, anodino. Y, sin embargo, si lo llevamos a cabo con quien queremos se convierte en el mejor momento de la vida. En rigor de verdad la demostración es clara: no son las cosas, ni el sitio, tampoco el momento o las condiciones; sino, simplemente, el amor.

El amor es una elección. Pero cuidado, querido lector: no se entienda como un seleccionar de una vez por todas, sino como un constante elegir. Pensemos un instante: si la elección es continua, todo adquiere gran responsabilidad, ya que en cualquier momento también podemos decir que no al amor. Al parecer, sobran siempre motivos para el sí.

San Valentín es una excelente oportunidad para demostrar el amor, pero eso no oblitera que la empresa debe ser ardua (en el buen sentido), algo que se ejectura todos los días en el año.

La comprensión, la ternura, la atención, la abnegación y empatía; todo eso, en definitiva, hace a un amor bello, sincero, a algo que consideramos inmortal por más que nosotros no lo seamos.

Si amas verdaderamente a tu pareja, amarás por siempre su libertad. No hablamos de libertinaje, sino, simplemente, de entender que el otro es un ser que se escapa a nosotros, que tiene sus rincones privativos y sus vuelos individuales. Si sometes querrás una cosa, algo que es lo que es; pero el ser humano no se parece en nada a semejante realidad.

E incluso cuando el amor se termine, siempre dejará una enseñanza. Lo bueno, lo malo, lo tibio o anodino adquirirán el sentido que tú le des con el paso del tiempo.

Una sensación hermosa del amor: percibir con total certeza y seguridad que para alguien en este mundo eres un ser especial que sobrepasa la media, un ser que es extraido de lo supernumerario para convertirse en el centro de todo.