¡Buenos días! Este es un posteo para las personas piadosas, aquellas que ponen su fe en las manos de un ser creador. Da tranquilidad saber que detrás de cada actuación, pensamientos y reflexión está Cristo. La religión no es sólo abnegación, sufrimientos o padecimientos de todo tipo, sino también placer y mucho amor. Un amor distinto: amplio, profundo, prácticamente sin límites que se demarca en el concepto de prójimo. Una verdadera consigna para cualquier época que pretenda cierto nivel de armonía y paz mundial. Por eso, en consecuencia, aquí te presentamos 60 pensamientos positivos con frases sobre el amor de Dios.
Pensamientos cristianos positivos para compartir
Dios es todo, eso está claro. Todo de lo que nosotros carecemos Él lo tiene. Sin embargo, hay que aclarar que en tanto sus súbditos no somos sus esclavos. Y eso no se dice con ánimos de rebeldía, sino a que precisamente debemos estar a la altura del Creador.
Manual del buen cristiano: bondadoso debe ser, cándido en el buen sentido, lleno de misericordia, paz y, sobre todas las cosas, cariño. Quien no llegue a eso, tiene mucho que aprender.
¿Pero realmente el buen cristiano es un hecho? ¿Alguien alcanza semejante cima? Para la perfectibilidad humana, lo mejor es que no se alcance, que seamos pura potencia, que el modelo sea lejano; pero, al fin y al cabo, nos ayude a progresar.
Nos bastamos con tu gracia, porque tu gracia, extensión divina de tu mano, es todo, querido Señor.
Somos parte de un plan, somos criaturas con un sentido porque Él nos lo da: se siente el cobijo enorme en tales circunstancias.
Todo lo que pidas, si eres bueno de corazón, se te dará. Aunque nunca peques de orgullo y avaricia.
La razón tiene sus límites; nosotros lo sabemos. Y puede ser fría, incluso destructiva. Llega un momento, entonces, que debemos dar un salto. La fe es eso: un salto hacia un más allá vedado a la razón.
El Señor es todo. Aunque decir eso es un error, porque sería caer en un panteísmo que compara a Dios con la naturaleza. No, somos en el Señor, el Señor es todo; pero el Señor, valga la redundancia, es más que el todo.
Si piensas que erras en el camino, no te preocupes. Él siempre se encarga de ponerte en la correcta fila. Es cuestión de tiempo solamente.
No te inquietes; todo lo que pienses ya está dentro del plan divino.
El libre albedrío deja lugar a que tú decidas; pero recuerda que los ojos de Dios lo ven todo.
Piensa, actúa y sé de los mejores. Porque un cristiano solo debe pretender ser lo mejor.
Dios es eterna bondad, nunca olvides ello.
La Biblia no es para destacarse en una tertulia ni sirve como simple erudición. Va más allá de esos mezquinos intereses: estamos hablando de la palabra revelada y eso, para nosotros, tiene que ser mucha responsabilidad.
Dios es todo y más que el todo ¿Nos queremos comparar a él? Nunca. Seamos su rebaño obediente, eso sí.
No hay nada mejor que un gran Padre que nos sigue a todos lados y nos cuida. Aunque, en rigor de verdad, el seguir a todos lados habla de nuestras limitaciones para comprender a Dios: Él es ubicuo; no tiene posición, que por ende, daría cuenta de un sector limitado en el tiempo y espacio.
El mundo debe ser amor, porque el amor genuino une y da lo mejor de nosotros. Nos volvemos cariñosos, abnegados y llenos de empatía. Bien sabemos, por otra parte, que la empatía es muy importante en estas cuestiones.
No temas y sigue adelante.
La fe hace las cosas sencillas, porque en ella, sin darnos cuenta, nos llenamos de Dios.
Dios pone cada pieza en su lugar, porque Él es la sabiduría infinita. Tan infinita que se escapa a nuestra intelección.