Cada lenguaje tiene su ritmo, cadencia, sonoridad e incluso musicalidad. Sí, lo último puede sonar raro, exagerado; pero las personas asiduas en el escribir o leer lo pueden sentir: cuando una horación pide un punto, una enumeración que es como un galope de un caballo o pausas zigzageantes. Solemos anunciar que toda traducción es una traición porque hay un contenido propio de ese odio que a veces es imposible de trasvasar a otro sistema. Digamos que ese es el lado negativo de la frase, ya que lo positivo indica reservas inauditas, colores singulares, y potencialidades tan propias que podemos utilizar si tenemos las herramientras adecuadas. Aquí te dejamos imágenes con frases de amor en italiano para que disfrutes, descargues y compartas.
Imágenes con frases de amor en italiano
El amor es una realidad insoslayable para el hombre, parece o, por lo menos, para un buen número de civilizaciones. Lo necesitamos, es un plus, un añadido emocionante, hermoso; pero también puede traer algunas moritificaciones. Sin embargo, ¿no es algo obvio? Si duele, es porque se quiso mucho; si es entrañable es porque precisamente se ha alojado en lo profundo de nuestro ser.
Posiblemente el amor sea una de las pocas experiencias que nos hace tocar el infinito ¿Porque cómo podemos graficar lo último en tanto seres finitos? ¿Una medida matemática? No, preferimos entenderlo como un sentimos que se apresta a todo, que da todo, incluso a veces en contra suya debido a que aumenta su agotamiento.
El amor es infinito, por eso decimos que es todo el amor, las estaciones, el cielo o lo que sea. Aunque claramente esas imágenes no tienen esa naturaleza, por eso, en gran medida, estamos ante un sentimiento inexplicable. No para el hombre, que lo siente; sino, hipotéticamente, para algún tercero extraterrestre o seres de civilizaciones con concepciones muy diversas al respecto.
El lirismo es esa necesidad de explicar o expresar todo lo que nos pasa en nuestro interior. No por algo se dice que las grandes preguntas, las que nos dejan sin respiro ocurren en momentos medulares de la vida o de la jornada ¿Cuándo pensamos en el amor? ¿Ante la presencia del ser amado? ¿En su ausencia? ¿En la carencia total de amor?
Decir te amor es tan fácil y tan difícil a la vez. Es una palabra corta, casi podríamos decir que su morfología se adecúa a un fácil decir, a un proferir sin mucho pensar. Pero cuando pensamos…cuando reflexionamos al respecto responsabilidades, pesos, esperanzas, amor es lo que cae sin cesar o se pondera.
¿No te gustaría que la realidad sea idéntica a tus sueños? Lamentablemente el hombre ve ese milagro muchas veces, el problema estriba en acostumbrarse a lo que en algún momento fue espectacular. Por eso, lo que podemos pedir en el amor es que se repita la primer mirada, la auroral, miles, millones de veces, hasta lo que dure el existir.
Suele decirse que el amor es una de las experiencias más subyugantes, sino la que más exhibe estos rasgos (para bien y para mal). Cualquiera que haya probado semejante elixir no podría estar más de acuerdo, a tal punto que si lo vivenciamos no nos sentimos iguales a lo que éramos en el pasado.
Creamos en el amor, luego se verá qué sucede. Suele ocurrir que con los resultados negativos posteriores nos vislumbramos como entidades pueriles, llenas de mariposas falsas. Pero no es así: había esperanza, un mundo abierto a las oportunidades; no nos podemos culpar debido a la ilusión.
El amor a veces es súbito, se da de repente, sin mucho preámbulo ¿Es es malo? ¿Es un rasgo negativo ante el enamorado? No, porque justamente en estas realidades sentimentales las medidas, los tiempos justos, no existen. Así se dio y trataremos de sacar el provecho máximo.
El amor es sinónimo de pensamiento recurrente y el pensamiento recurrente, en casos normales, se da porque la misma acción de pensar genera placer. Sí, son imágenes reales y potenciales que se entremezclan de manera abstrusa y que dan lugar a un lindo enamoramiento.
El amor se vive como un absoluto y como una isla. Lo primero porque, por lo general, no pensamos en un después, es proyecto único, irrepetible, singular; lo segundo porque crea un submundo, un hiato frente al resto y eso se siente muy bien. Son rasgos generales del amor, caminos trillados que multitud de personas circulan sin cesar.
El hombre siempre tratará de arrogarse para sí añadidos, sucedáneos de felicidad a lo largo de la vida. El amor es uno de ellos, con todas las complicaciones que comporta, ya que sabemos que es intersubjetivo, es decir, que atañe a un otro, distinto, a veces distante. Esos puentes el amor trata de reducirlos constantemente, acercarlos a pesar de que no dejan a veces de ser dos mundos.
Y cuando no haya más energías, cuando los motivos se acaben siquiera para iniciar la jornada, ahi eclosiona el amor, existe, deslumbra, da razones. De eso se trata también: de que el hombre no se abrume por el fragor de la vida.
¿Por qué tenemos esa tendencia a analizar, con el amor, nuestro pasado de manera diversa? La respuesta es muy simple realmente: hemos sido transformados, nos hemos convertido en otra cosa de lo que fuimos y tal vez ya no nos sintamos identificados con el andar pretérito.
El primer pensamiento, el matinal, será ella o él, esa persona que da un plus a la vida y la hace tan linda. Sí, nos sentimos elegidos, selectivamente, y no hay nada más hermoso que eso. El amor, naturalmente, también es una grandiosa celebración.
Amor del sano, eso es lo que queremos para todos. Nada de patologías, de tortuosidades o vueltas. No, queremos felicidad, alegría de vivir, a eso debe contribuir el amor si se acopla a su gran misión: la de la unión universal.
No existe recursividad ni abrumadora repitencia en el amor. Sentimos una y otra vez, como máquinas automatizadas, decir lo mucho que amamos al otro. Y ese otro la recibirá como confirmación semejante declaración.
El amor, por otro lado, nos saca del anonimato. Es hermoso sentirse querido, porque sabemos que esa persona nos regala pensamiento, que estamos en la cabeza del otro, vaya a saber en qué formas. Es algo mágilo porque ya no somos supernumerarios, porque lo cualitativo en algún momento de la vida le gana a lo meramente cuantitativo.
Amar no tiene límites ni taza. No se puede explicar ese sentimiento desde la racionalidad lógica, aunque haríamos bien en no sobrepasar los componentes irracionales malos, que también existen. Si amamos amemos la libertad del otro, no en el sentido de la infidelidad, sino simplemente en que el prójimo nos elija, una y otra vez, a cada paso que dé.
Aquí te hemos dejado una buena cantidad de frases amorosas en italiano con su particularidad. Ideales para descargar, compartir o simplemente apreciar en la soledad de la lectura. Esperamos que sean de tu agrado, querido lector.